lunes, 17 de agosto de 2009

MARCAS EN LAS ROCAS.

Mirando retrospectivamente, ya ha pasado mas de un año de aquel histórico 17 de Julio de 2008, día en que en un acto sin precedente en la historia política moderna de la Republica Argentina, un vicepresidente, Don Julio Cesar Cleto Cobos, vota en contra de una resolución propuesta por el Ejecutivo Nacional, aquel día luego de una extensa y maratónica sesión parlamentaria, en el cual debido a la huidiza y mezquina elección que realizaron los senadores nacionales, resultando de la insistencia en una resolución que no contenía un atisbo de cordura y racionalidad y sí mucho de atropello y de soberbia gubernamental, alumbró un cambio, despertó a un vasto sujeto social, “el campo”, fue apenas el principio del punto final de una etapa política signada por el ascenso imparable del kischnerismo.

Esa madrugada ese sujeto social, por intermedio de Cobos dio el primer revés a un modelo totalitario, a un modelo mezcla de Stalin (Presidente Soviético entre 1941 y 1953, periodo en que algunos historiadores sostienen que desaparecieron 60 millones de ciudadanos debido al régimen totalitario que implemento) y Ceausescu (ex Presidente Rumano Muerto en la horca en una revuelta popular el 25 de diciembre de 1889, acusado de graves hechos de corrupción y enriquecimiento a costa de las arcas estatales)

Es cierto que el campo, estuvo cerca de perder aquella importante batalla (la madre de las batallas decía Don Néstor) y que halló la salvación en la conducta serena, responsable y por sobre todo coherente y sensata, de un ignoto personaje de la política criolla, electo por el kischnerismo precisamente, por su escaso peso y relevancia electoral.

Pero eso, todo eso, es el pasado. Son hitos, marcas en la roca, cuya perduración azarosa y eterna, nos recuerda lo efímero de toda existencia, inclusive la nuestra.

Hoy sabemos que por razones que exceden largamente una resolución incorrecta, la votación en el Senado, un problema de “comunicación”, etc. en medio de todo aquello, despertó aquel sujeto social que había acompañado al kischnerismo desde 2002.

Despertó un sector que siempre había mirado a la política con recelo, con cierto aire de autosuficiencia, despertó un sector que dormía una larga siesta mirando omnipotente, mientras la clase política era destratada y por que no menospreciada por gran parte del ruralismo, esa madrugada del 17 de julio del 2008, vieron con asombro lo que la política les había presentado, la obligación de ser participes, esa madrugada tal vez muchos observaron azorados lo que era un debate legislativo y comprendieron la necesidad de que de alguna forma deberían enmendar aquel error.

El “campo” por fin comprendió que no era ajeno a esta sociedad, y que indefectiblemente en algún momento debía participar en las arenas donde se dan las verdadera batallas cívicas, “la política”, parte de ese vasto sector que permaneció indiferente y por que no mirando con cierta simpatía como en la década del los ‘90 el Menemismo desguasaba la Republica, obsequiaba a amigos las empresas del estado, destruía la industria nacional dejando en la calle a millones de obreros, observaba despreocupado e indiferente lo que ocurría tranqueras afueras, creyendo que no les tocaría simplemente por estar tranqueras adentro.

Que distinto seria hoy el país si en la década de los ‘90, década nefasta e infame para la Republica, hubiese existido una “mesa de enlace” en las empresas estatales que luego fueron privatizada, se imaginan si en vez de los Ubaldini, los Predrazas, los Daer, etc. hubieran sido los D’Angelis, los Buzzi, los Biolcati, que distinto seria todo, tal vez no estaríamos en el lugar y en la situación que estamos.

La resolución 125 fue el balde de agua helada, necesaria para lograr despertar y sacudir la modorra de un sector que siendo la columna vertebral del país, siendo la fuerza económica, durante décadas renegó de los políticos y la política, en ese momento muchos tal vez interiormente se arrepentían de lo que festejaron y aplaudieron en 1988, lo que a mi modesto entender fue, un acto de desfachatez, irresponsable y cargado de imbecilidad, lo que ocurrió en aquella Rural de 1988,… se acuerdan… si cuando lo silbaron a Alfonsín, aquello fue como se los dijo el mismo, un acto fascista.

Aquel acto irresponsable, también es una “marca en la roca” que la Sociedad Rural algún día deberá tratar de borrar, personalmente abrigaba la esperanza que en esta exposición palermitana, dicha entidad intentaría corregirlo, está, deberá tener la grandeza de enmendar aquel acto oscuro y mal intencionado, en la ultima exposición tuvo la oportunidad, no la aprovecho… un pequeño gran acto de desagravio a la figura del “presidente” Don Raúl Alfonsín tiene pendiente, es una deuda que tarde o temprano deberá saldar.

Aquella resolución fue un relámpago, fue el trueno que en la oscura noche de tormenta, asustó a la mansa hacienda, haciendo que rompan bretes y tranqueras, saliendo en estampida.

Ganaron las rutas asustados, pidiendo auxilio, temblorosos implorando ayuda a la sociedad que los contemplaba sin lograr comprender lo que ocurría. Está, luego fácilmente los entendió y así se fue gestando lo que luego fue un reclamo generalizado, llegaron los cacerolazos, los multitudinarios actos, como el realizado al pie del monumento a la Bandera en Rosario, “los piquetes de la abundancia” en distintos puntos del país ya no solo de productores agropecuarios sino que en cada piquete estaba la sociedad acompañando el reclamo agropecuario.

Sociedad que no creyó lo que lo que el kischnerismo pregonaba a los cuatro vientos con la Presidente a la cabeza, “piquetes de la abundancia… renta extraordinaria…” frases muy utilizadas por el matrimonio presidencial, recuerdo el 3 de Junio del 2008, en una reunión de la FAO., (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), Cristina Fernández de Kirchner declaró indignada que merced a la burbuja de los “commodities un pequeño ahorrista de 16.000 dólares obtiene una renta de 30% cuando pone la plata en un pool agrícola".

Tal vez para el matrimonio Kirchner, la "renta extraordinaria" es la de los otros, en contraposición con la propia, porque todos sabemos que el matrimonio Kirchner aumentó su patrimonio un 158% el ultimo año, y acumula un 572% en seis años, desde que la pareja accedió al poder, esto reflejan sus ultimas declaraciones juradas de bienes, renta extraordinaria que aumentara mes a mes, ya que Don Néstor Kirchner goza de una jubilación de privilegio, de 27 mil pesos mensuales por haber ocupado el sillón de Rivadavia.

Que diferencia con otros ex presidentes, Don Arturo Illia por ejemplo que cuando tuvo que abandonar la Casa Rosada tuvo que tomar un taxi para ir a casa de un hermano, cuando fue vilmente derrocado, además de ser el único presidente que no acepto la jubilación de privilegio, otro ejemplo Don Raúl Alfonsín que después de dejar la presidencia donaba la totalidad de su haberes jubilatorios, haberes que no eran ni un tercio de los que cobra Kirchner… esto justifica la imposible comparación de estos grandes hombre de la historia argentina con el “presidente Kirchner”… son muy distintos… piedra granítica, aquellos… barro lodoso, este.

Pero volviendo a la resolución 125, motor del conflicto agropecuario aun sin resolver, terminó de demostrar que el poder ejecutivo no merece la confianza que significa la cesión de facultades impositivas que le venía haciendo el Congreso. Es un problema de falta de madurez emocional. Por lo tanto del Congreso (como aquel padre, deberá quitarle las llaves del auto al hijo que maneja borracho) debe reasumir de inmediato su facultad constitucional de fijar los derechos de exportación, tal vez no estén a la altura cívica y moral que la sociedad les reclama la actual composición Legislativa, pero será ese el ámbito que deberá corregir estos atropellos.

La pelea es en el Congreso, y son los dos polos opositores los que deben llevar el liderazgo. Hay que acompañarlos, facilitar los consensos, ayudar a que saquen provecho ante la opinión pública, no hay que quitarles el protagonismo que merecen en este momento. Llegó el momento de que el Congreso reasuma sus potestades constitucionales. Llego el momento que los Legisladores decidan si la marca la estamparan… en la roca… o en la arena.

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